Estrategias para crear o eliminar conductas habituales

Estrategia 3: Recompensas

Esta estrategia parece obvia. Nos damos recompensas todo el tiempo para marcar nuestro buen trabajo, pero cuando intentamos convertir algo en un hábito una recompensa puede hacer lo contrario porque sugiere a nuestra mente que esta recompensa marca el final de ese comportamiento.

Las recompensas eficaces para formar hábitos duraderos funcionan bien de dos maneras:

1. La recompensa o recompensas están vinculadas a sentimientos intrínsecos (por ejemplo, este objeto me recuerda lo bien que me siento al mantener mi hábito).
2. Contribuye a mantener el hábito.

Si quieres que un alumno escriba más en clase, su recompensa podría ser un lápiz especial con su superhéroe/princesa Disney/personaje de libro favorito. Le recordará lo mucho que ha trabajado en esta habilidad y puede que se anime a escribir más. -Si tienes un alumno que se ha propuesto leer más, su recompensa podría ser el acceso a un libro deseado que mantenga su hábito de lectura.

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